Se enteraron de la fiesta a través de amigos sólo conocidos por retratos digitales. Se calzaron lentes oscuros y blusas de colores y enfilaron hacia la zona del Chateau. Más de 800 floggers –usuarios de espacios personales basados en la publicación de fotografías- asistieron este viernes a la Fiesta del Fotolog, el primer evento oficial de la comunidad que pasó de la virtualidad al encuentro cara a cara.
Pasada la medianoche, los adolescentes cuya edad promediaba los 15 años, colmaron la playa de estacionamiento de El Colono, el boliche que convocaba. Con un look definido desde el vestuario –predominaban los pantalones chupines y las remeras o camperas fucsias- chicos y chicas de apariencia estilizada empezaron a ingresar a un festejo poco usual en la noche cordobesa: un evento sin alcohol.
Tirando burbujas de jabón o devorando chupetines de colores, los floggers tienen un aire candoroso que los identifica. Mientras las chicas fuman con ansiedad y teclean en sus celulares multimedia, los varones se dedican a bailar con mucha destreza.
Ellas y ellos han adoptado un estilo intercambiable en lo que a vestuario se refiere: la androginia domina los peinados – con fijador y cortes irregulares- y los colores, siempre tan pop. ¿Qué los motiva a reunirse en torno a un sitio Web? No muchos lo saben, y en general , los grupos que se dejaron ver en la fiesta estaban formados gracias a la vecindad o aula compartida. “Lo hago porque me gusta”, dice la mayoría sin arriesgar demasiado.
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